¿Quién fue Barthelemy Thimonnier?

Barthélemy Thimonnier nació el 19 de agosto de 1793 en L’Arbresle, Rhône, Francia.
Thimonnier fue un sastre que cambió el curso de la historia con su invento: la máquina de coser.

Thimonnier no era solo un sastre, sino también un visionario.
Vivía en St. Etienne cuando ideó un prototipo que facilitaría su trabajo.
En lugar de coser a mano cada prenda, imaginó una máquina que pudiera hacerlo automáticamente. Así nació la primera máquina de coser, construida casi toda en madera, pero que contaba ya con los elementos de las máquinas actuales.

En 1830, Barthélemy Thimonnier firmó un contrato con Augusto Ferrando, un ingeniero de minas que hizo los dibujos necesarios para presentar una solicitud de patente.

El 17 de julio de 1830 se emitió la patente para la máquina de coser a nombre de Thimonnier y Ferrando. Ese mismo año, se abrió la primera empresa de fabricación de prendas de vestir con máquina de coser del mundo.

A pesar del éxito inicial, Thimonnier enfrentó una dura oposición.
Los sastres rivales consideraban a las máquinas de coser una amenaza que acabaría con sus negocios.
En un acto de desesperación y miedo, incendiaron su fábrica donde fabricaba uniformes para el ejército.

Después de la destrucción de su fábrica, Thimonnier se vio obligado a huir a Inglaterra.
A pesar de los desafíos, nunca dejó de innovar.
Continuó mejorando su diseño y trabajando en nuevas patentes.
Su máquina de coser mejorada podía producir 200 puntadas por minuto, una hazaña impresionante para la época.

Sin embargo, Thimonnier no se desanimó.
Se asoció con Magnin en 1845 y patentaron una máquina que daba 200 puntadas por minuto.
En 1848, presentaron una cosedora-bordadora.
Aunque no pudo presentarla en la Exposición de Londres en 1851 debido a problemas logísticos, finalmente pudo mostrarla en la Exposición de París en 1855.
A pesar de sus logros y contribuciones a la industria textil, Thimonnier murió pobre y olvidado el 5 de julio de 1857 en Amplepuis.

Aunque vendió su patente a Inglaterra, su legado perdura hasta hoy.
Cada vez que vemos una máquina de coser o llevamos una prenda hecha con una, estamos viendo el impacto duradero del trabajo y la visión de Barthélemy Thimonnier.

Hoy en día, las máquinas de coser son una parte integral de nuestra vida cotidiana.
Desde las grandes fábricas hasta los hogares individuales, estas máquinas han hecho posible la producción masiva y personalizada de ropa.
Y todo esto comenzó con el sueño y la determinación de un hombre, Barthélemy Thimonnier.

La historia de Thimonnier es un recordatorio del poder del ingenio humano y la perseverancia.
A pesar de los desafíos y obstáculos, nunca dejó que su visión se desvaneciera.
Su legado sigue vivo en cada puntada que se hace con una máquina de coser.